¿Y POR QUÉ AGRADECER?

En este día se usa agradecer y al mismo tiempo cargar de esperanza y sueños este año que va iniciando… Pero ¿por que agradecer y de qué?

De niños se nos enseña a agradecer como signo de educación pero en realidad se nos enseña a “salir del egocentrismo infantil. De adultos, cuando iniciamos a serlo en serio, APRENDEMOS QUE EN REALIDAD NADA NOS ES DEBIDO, SINO ES REGALO…

Alfredo Zerbino, un veterinario que últimamente inició a escribir libros de reflexión y autoayuda, en una de sus reflexiones nos dice que una consecuencia de nuestra vida cotidiana frenética es la actitud de ver antes que nada lo negativo de las cosas (o lo que consideramos negativo…), y hacer que eso tape todo lo positivo (eso también relativo…)

No es el momento de entrar en consideraciones sobre qué considerar positivo o negativo en nuestra vida, en nuestra jornada, sí nos damos cuenta que hay situaciones que leídas en un momento como negativas se revelaron después enriquecedoras, mientras otras, vista inicialmente como positivas, afectaron dolorosamente nuestra historia.

En este sentido recuerdo un cuento de Menapace, “suerte, mala suerte” donde se ve justo la importancia de vivir el momento presente con intensidad, gratitud y esperanza.

En estas lineas quería subrayar solamente algo de las tres palabras que Francisco aconseja en un dialogo con familias

(https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2015/documents/papa-francesco_20150513_udienza-generale.html). 

Lo hago por que como pastor creo que son un camino indispensable para todos nosotros para crecer sea a nivel personal que comunitario y así poder ser testigos a nuestro alrededor.

PERMISO es la primera palabra. Antes que nada es importante darnos cuenta que es el mismo Dios que hoy NOS PIDE PERMISO para entrar MÁS EN PROFUNDIDAD en nuestra vida. Que nuestra respuesta a ese pedido sea sincera e no simplemente educada… Esa misma actitud después la vivimos entre nosotros cuando sentimos que somos llamados a no actuar como dueños, como caciques, sino como personas que administran los bienes del Reino, algo que Dios puso en nuestras manos como la familia, los hijos, el trabajo, los amigos, nuestras responsabilidades civiles o pastorales… Todo con responsabilidad pero al mismo tiempo cuidando la otra persona…

GRACIAS. AGRADECER es una actitud fundamental DEL CRISTIANO… es imprescindible. El agradecer de corazón es señal de que somos conscientes que nuestra vida es un regalo, CON TODO lo que esa nos da y nos dio. Al mismo tiempo agradecer es signo también de esperanza por que creemos que aunque a veces no entendamos lo que nos pasa, vivido en comunión con Dios, eso puede aportar a nuestro crecimiento personal. Pero antes que nada las gracias nos ayudan a tomar consciencia que no hay nada de más gratuito que el amor y hay que agradecer a la Vida entera y a quien en esa son instrumentos de ese Amor. (gracias a la vida que me ha dado tanto…)

PERDON es la tercera palabra usada por el Papa. Él afirma que la falta de reconocer nuestros errores, de pedir perdón hace que “pequeñas grietas se vuelvan fosos profundos…”. Es la experiencia que pasa muchas veces entre hermanos, esposos, amigos, y en la misma comunidad parroquial… Cuantas cosas serían diferentes si tendríamos el coraje de decir simplemente “me equivoqué”, “perdóname…” o “discúlpame…” palabras de por sí parecidas pero al mismo tiempo con matices distintos…

El problema es cuando no reconocemos nuestros errores, no los admitimos (al otro o a nosotros mismos…) y el tiempo “nos bloquea” en esta situación enfermiza. Cuantas veces lo que era algo simplemente para aclarar se transforma con el tiempo en un rencor, en algo que “nos gasta por adentro”. Hay que volver a la sencillez de los niños que saben decir “hagamos paz…”

El Papa, conociendo la realidad relacional de las parejas, de las familias y de cada persona llega a decir: ¿han peleado, volaron los platos? Es malo… pero lo que es peor es terminar el día sin hacer las paces, hacer que este sentimiento continúe al día siguiente” Imagínense cuando continua una semana, un mes, años… y sabemos que eso pasa a menudo y hay que reconocer que puede afectar también nuestra vida comunitaria, donde repetimos seguido “perdona nuestras culpas como nosotros perdonamos a los demás…”.

Podemos terminar con una frase de Zerbino que dice: “El agradecimiento más importante que te hagas, es cuando aprendas a perdonar al que te hizo daño, o a perdonar tus errores. Ese día tú reconocerás la esencia de tu alma y brillarás…”. Nosotros pero tenemos que ser conscientes de nuestros límites, que ese paso no puede ser obra humana o un acto de voluntad psicológica sino abrimos dócilmente a la acción misericordiosa de Dios. Repetimos entonces DICHOSOS LOS MISERICORDIOSOS… DICHOSOS QUIEN SABE AGRADECER