El primer domingo de Cuaresma nos presenta el tema de las tentaciones
En el proceso de camino cristiano
las tentaciones son unas realidades imprescindibles.
Los momentos de tentaciones en
realidad nos ayudan a tener que “optar”, elegir y por eso son oportunidad para elegir
nuevamente en nuestra vida la identidad cristiana, querer ser seguidores del
Dios de Jesucristo.
El mismo Jesús en su encarnación
quiso demostrarnos eso. Si miramos en los evangelios su experiencia de ser
tentado nos recuerda dos cosas: 1. Que, como decíamos, ese proceso es inevitable
en el camino cristiano, es parte de nuestra humanidad.
Solamente quien es tentado en su fe y en su querer vivir como discípulo de Jesús tiene la posibilidad de elegir de verdad ser cristiano. 2. Que en los momentos de tentación lo que es importante es volver con la mente y el corazón a la experiencia profunda de fe vivida. En el evangelio de Mateo (cap 4, de vv de 4 a 11) vemos como es justo su experiencia del Amor del Padre que ayuda a Jesús a “desenmascarar las mentiras” de las tentaciones. Jesús contesta al tentador con la Palabra de Dios: “está escrito…” La Palabra es también para nosotros fuente de discernimiento en nuestra vida cotidiana.
Solamente quien es tentado en su fe y en su querer vivir como discípulo de Jesús tiene la posibilidad de elegir de verdad ser cristiano. 2. Que en los momentos de tentación lo que es importante es volver con la mente y el corazón a la experiencia profunda de fe vivida. En el evangelio de Mateo (cap 4, de vv de 4 a 11) vemos como es justo su experiencia del Amor del Padre que ayuda a Jesús a “desenmascarar las mentiras” de las tentaciones. Jesús contesta al tentador con la Palabra de Dios: “está escrito…” La Palabra es también para nosotros fuente de discernimiento en nuestra vida cotidiana.
Día a día cada uno vive momentos
de tentaciones. Hay que reconocerlos para enfrentarlos, para pedir a Dios que
nos ayude a resistir, para re-elegir querer ser cristianos auténticos. La
tentación nos hace fuertes, nos ayuda a crecer en nuestra relación con Dios y
los hermanos.
Lo mismo pasa para nosotros como
comunidad. Como cristianos hay que reconocer en la cotidianidad las tentaciones
a la mediocridad, a creernos mejores que otros, a cambiar nuestras maneras de testimoniar
nuestra fe, de dejar a Dios “aislado” solamente a unas áreas de nuestra vida
social y hacer lo que se nos antoja
en otras…
No, no nos asustemos en las
tentaciones, son una oportunidad para redecir a Dios nuestro sí, para
eventualmente experimentar nuestra fragilidad y Su gran misericordia. Dichosas
tentaciones…
Mingo omi
No hay comentarios:
Publicar un comentario
si querés puedes mandarnos un comentario. GRACIAS