domingo, 12 de julio de 2015

¿Quién te crees tú…? Soy lo que soy, pero Dios me llamó a ser su testigo…

También hoy el tema central de nuestra liturgia dominical es “el anuncio”, primera lectura y evangelio nos hablan en estos términos… 
Ese anuncio es algo que reencontramos en el evangelio de Marcos cuando asistimos al envío de los mismos apóstoles a anunciar la conversión, un cambio de vida, la escucha del mensaje de Salvación.

Pero quería poner la atención sobre la primera lectura que nos habla de una situación parecida a lo que presentaba el evangelio del domingo pasado, donde la gente no lograba entender a Jesús en su anuncio renovador. Esta vez le toca a Amós ser invitado a “irse a anunciar a otro lugar” y dejar de molestar…
Resultado de imagen de falsos profetasLa lectura en realidad nos dice a través de falsos profetas “ese es el templo real”... que podría verse como el equivalente de “acá hay que conformarse a anunciar lo que quiere el rey, los poderosos, la mayoría” y menospreciando a Amós se le invita a irse.
Por su respuesta vemos que Amós está consciente de su identidad sencilla, inadapta, pero más todavía sabe que no es él que eligió anunciar sino que Dios lo llamó, sabe que el profetizar para él es simplemente un responder a una vocación, a un llamado de Dios que pensó servirse de él para llegar a los demás.
Resultado de imagen de rechazados por ser cristianosEsa actitud tiene que hacernos reflexionar y eso en un doble sentido. ¿Nos pasa también a nosotros de querer “alejar” de nuestra vida todas aquellas oportunidades que nos piden salir de nuestras comodidades, de nuestras situaciones conformistas? Al mismo tiempo ¿cómo reaccionamos cuando se nos intenta “conformarnos” a la manera de pensar y actuar de la mayoría, cuando, a cambio de ser aceptados, la presión social nos empuja a hacer y decir lo mismo que todos?
También a nosotros puede pasarnos de ser rechazados, excluidos, denigrados, si anunciamos los valores cristianos en nuestra sociedad actual en oposición a los valores de la mayoría.Nuestra tarea pero no es la de ser “revolucionarios” sino simplemente ser testigos de una experiencia de vida. Si miramos el Evangelio vemos claramente que Jesús manda sus amigos a anunciar el Reino después que estos estuvieron un tiempo con él, compartiendo su vida.
Resultado de imagen de vivir con cristo para anunciarloNo podemos olvidarnos en nuestras vidas de que somos llamados a vivir nuestra vocación de discípulos misioneros y de la indisolubilidad de estas dos facetas de nuestra vocación cristiana. Somos entonces llamados a VIVIR e INTENSIFICAR nuestra relación con Dios para que nuestro anuncio tenga la fuerza del testimonio, la autoridad que viene no a partir de las palabras o los méritos sino desde la vida vivida.

Vayamos… anunciemos…

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